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En un mundo donde las organizaciones y las personas enfrentan desafíos constantes —cambios tecnológicos, crisis de sentido, fatiga laboral y desalineación interna—, el coaching se ha transformado en una herramienta poderosa para acompañar procesos de cambio profundos, reales y sostenibles. Ya no se trata solo de alcanzar metas, sino de redescubrir el propósito, potenciar habilidades y romper con patrones limitantes.
¿Qué es el coaching?
El coaching es un proceso de acompañamiento conversacional estructurado que busca movilizar el potencial de una persona o grupo para lograr cambios significativos en su forma de pensar, sentir y actuar. No es terapia, no es mentoría ni asesoría directa: el coach no entrega respuestas, sino que facilita reflexiones poderosas, nuevas perspectivas y acciones alineadas con los valores de cada persona o equipo.
Diferencias entre coaching individual y grupal
Coaching individual
Está enfocado en una sola persona. Se trabaja en sesiones uno a uno, generando un espacio confidencial y profundo, donde se exploran bloqueos personales, objetivos profesionales, liderazgo, emociones y toma de decisiones.
Coaching grupal
Implica un trabajo compartido, donde los participantes —generalmente de un mismo equipo o área— exploran temas comunes, como la comunicación, la confianza, el propósito compartido o la colaboración efectiva. Se potencia la inteligencia colectiva y el aprendizaje entre pares.
Ambas modalidades tienen un impacto transformador, pero cada una responde a necesidades y momentos distintos.
Beneficios del coaching transformacional
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Mayor autoconocimiento y claridad personal
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Mejora en la toma de decisiones conscientes y coherentes
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Fortalecimiento del liderazgo emocional y comunicacional
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Desbloqueo de creencias limitantes
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Aumento del compromiso con los propios objetivos y los de la organización
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Mejor clima laboral y relaciones más saludables en los equipos
¿Qué significa un proceso transformacional?
Un proceso transformacional en coaching implica más que cumplir metas. Significa generar cambios internos estables y sostenidos en la manera en que las personas se ven a sí mismas, se relacionan con otros y enfrentan los desafíos. No se trata de “ser mejor”, sino de ser más auténtico, más alineado, más íntegro.
Este tipo de transformación suele ser:
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Profunda (toca aspectos internos no siempre visibles)
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Duradera (los cambios se sostienen en el tiempo)
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Trascendente (impacta más allá del trabajo, en la vida cotidiana)
¿Dónde está ocurriendo esto en Chile?
En la consultora chilena Somos Bienestar, se están desarrollando procesos de coaching individual y grupal con resultados altamente positivos. Las sesiones están diseñadas no solo para alcanzar objetivos específicos, sino para generar una transformación profunda en las personas y equipos.
Con metodologías actualizadas, coaches certificados y un enfoque integrador del bienestar, la consultora acompaña a organizaciones que desean evolucionar hacia una cultura más consciente, humana y resiliente.
Conclusión
El coaching no es una moda ni una herramienta de emergencia. Es una inversión en transformación personal y organizacional. Es el arte de acompañar a otros para que conecten con su verdad, su propósito y su capacidad de acción.
Y cuando estos procesos se integran estratégicamente en una empresa, los resultados no se ven solo en los indicadores: se sienten en el ambiente, en los vínculos y en la motivación que se respira.